Título: Japonismo
Autor/a: Erin Niimi Longhurst
Editorial: Editorial cupula & Planeta de libros
Año de publicación: 2018
Nº páginas: 288
Idioma: Castellano
Sinopsis:
¿Cuál es tu ikigai 生きがい (propósito)? ¿Cómo podemos ejercitar la conciencia plena en medio del caos y la imprevisibilidad de la vida diaria? Gracias al shinrinyoku 森林浴 (baños de bosque), a la caligrafía 書道, al ikebana 生花 (el arte del arreglo floral), a la ceremonia del té お茶 y a su relación con la comida 食べ物, los japoneses logran alcanzar la plenitud mediante el ejercicio de sus tradiciones, filosofías y artes.
Este libro te explica cómo incorporar estos aspectos del Japonismo a tu día a día. Mejora tu estilo de vida y enriquece tu mente a través de la mirada accesible y práctica del wabi-sabi (la naturaleza efímera de la vida), el kintsugi 金継ぎ(la reparación de la cerámica quebrada con oro, símbolo de encontrar la belleza en la imperfección) o el kaizen 改善 (técnicas de formación del hábito cuyo significado es mejora).
Autor/a: Erin Niimi Longhurst
Editorial: Editorial cupula & Planeta de libros
Año de publicación: 2018
Nº páginas: 288
Idioma: Castellano
Sinopsis:
¿Cuál es tu ikigai 生きがい (propósito)? ¿Cómo podemos ejercitar la conciencia plena en medio del caos y la imprevisibilidad de la vida diaria? Gracias al shinrinyoku 森林浴 (baños de bosque), a la caligrafía 書道, al ikebana 生花 (el arte del arreglo floral), a la ceremonia del té お茶 y a su relación con la comida 食べ物, los japoneses logran alcanzar la plenitud mediante el ejercicio de sus tradiciones, filosofías y artes.
Este libro te explica cómo incorporar estos aspectos del Japonismo a tu día a día. Mejora tu estilo de vida y enriquece tu mente a través de la mirada accesible y práctica del wabi-sabi (la naturaleza efímera de la vida), el kintsugi 金継ぎ(la reparación de la cerámica quebrada con oro, símbolo de encontrar la belleza en la imperfección) o el kaizen 改善 (técnicas de formación del hábito cuyo significado es mejora).
Sentimientos del lector
Llega la sección de Alberto al blog de María. Os traigo una pequeña joya de una escritora anglo-nipona. Me parece muy interesante la conexión entre la cultura japonesa y china. Siempre es un tema muy controvertido, hablar de la cultura en común de China y Japón. Es más, parece una idea muy difundida, que Japón es considerada por los extranjeros, como una civilización avanzada, educada.... Mientras que China, aparece representada como un país más sucio, industrial, con personas menos educadas, respetuosas... Y luego pienso en la situación de la mujer en China y Japón, y a pesar de no haber estado en Japón, hay hechos sociales que hacen pensar que Japón va por detrás de China.
Quizás sea eso exactamente oriente, una población gigantescas llena de controversia en cada punto que queramos observar. Quizás por ello, nuestra visión de extranjeros, que necesitamos simplificar para poder actuar, no funcione tan bien en unas extensiones y culturas que son tan grandes que nuestra mente a veces es difícil de comprender. Oriente es más grande que lo que nuestra mente "omnipotente" de extranjeros quiere comprender. Lo cierto es que todos los pilares que incida la escritora anglo-nipona, se escriben en Kanji/Hanzi, y la influencia es innegable.
Debo admitir, que tiendo a mirar todo de manera convergente, las diferencias, siempre saltan a la vista... eso sería lo fácil. Y en este punto, podemos establecer dos puntos de vistas diametralmente opuestos, por un lado, buscar únicamente las diferencias y ahondar en ellas. De modo contrario, podemos intentar, ver las raíces comunes y comprender qué ha ocurrido estos últimos 80 años para que países cercanos se hayan alejado.
Esta manera de pensar me hace pensar en Europa, donde no tenemos ni siquiera las raíces del idioma en común a día de hoy pero compartimos una misma moneda. ¿Qué opinión os merece? A parte de la religión, qué es el punto que nos une en Europa, la manera de pensar, actuar... y en este caso os diría lo mismo. Hay dos maneras de ver la realidad, convergente o divergente. Y para el caso de Europa, también tengo visión convergente, porque hemos utilizado lenguas comunes que hemos dejado de utilizar. ¿Quién es el guardián de mi hermano? ¿Por qué japón y china han logrado mantener su idioma? ¿Por qué no dejo de escuchar a extranjeros hablar de lo poco avanzado que está China y de lo mucho de Japón?
Ellos que son varios miles de millones, que a pesar de la guerra, de la historia de dinastías, han logrado continuar con una cultura, conservando la escritura, el amor a la caligrafía y con una capacidad de adaptación infinita. ¿Cuál es vuestra opinión?
Llega la sección de Alberto al blog de María. Os traigo una pequeña joya de una escritora anglo-nipona. Me parece muy interesante la conexión entre la cultura japonesa y china. Siempre es un tema muy controvertido, hablar de la cultura en común de China y Japón. Es más, parece una idea muy difundida, que Japón es considerada por los extranjeros, como una civilización avanzada, educada.... Mientras que China, aparece representada como un país más sucio, industrial, con personas menos educadas, respetuosas... Y luego pienso en la situación de la mujer en China y Japón, y a pesar de no haber estado en Japón, hay hechos sociales que hacen pensar que Japón va por detrás de China.
Quizás sea eso exactamente oriente, una población gigantescas llena de controversia en cada punto que queramos observar. Quizás por ello, nuestra visión de extranjeros, que necesitamos simplificar para poder actuar, no funcione tan bien en unas extensiones y culturas que son tan grandes que nuestra mente a veces es difícil de comprender. Oriente es más grande que lo que nuestra mente "omnipotente" de extranjeros quiere comprender. Lo cierto es que todos los pilares que incida la escritora anglo-nipona, se escriben en Kanji/Hanzi, y la influencia es innegable.
Debo admitir, que tiendo a mirar todo de manera convergente, las diferencias, siempre saltan a la vista... eso sería lo fácil. Y en este punto, podemos establecer dos puntos de vistas diametralmente opuestos, por un lado, buscar únicamente las diferencias y ahondar en ellas. De modo contrario, podemos intentar, ver las raíces comunes y comprender qué ha ocurrido estos últimos 80 años para que países cercanos se hayan alejado.
Esta manera de pensar me hace pensar en Europa, donde no tenemos ni siquiera las raíces del idioma en común a día de hoy pero compartimos una misma moneda. ¿Qué opinión os merece? A parte de la religión, qué es el punto que nos une en Europa, la manera de pensar, actuar... y en este caso os diría lo mismo. Hay dos maneras de ver la realidad, convergente o divergente. Y para el caso de Europa, también tengo visión convergente, porque hemos utilizado lenguas comunes que hemos dejado de utilizar. ¿Quién es el guardián de mi hermano? ¿Por qué japón y china han logrado mantener su idioma? ¿Por qué no dejo de escuchar a extranjeros hablar de lo poco avanzado que está China y de lo mucho de Japón?
Ellos que son varios miles de millones, que a pesar de la guerra, de la historia de dinastías, han logrado continuar con una cultura, conservando la escritura, el amor a la caligrafía y con una capacidad de adaptación infinita. ¿Cuál es vuestra opinión?
12 Toques de color
No he leído mucho sobre la cultura japonesa, pero voy a tener que hacerlo, me dejas siempre con ganas de saber más sobre ella y sobre la cultura china...
ResponderEliminarBesos
Aylavella,
EliminarEste tema de Japón es gracias a María. Yo tengo un par de amigos de Tokyo de mi época de estudiante Erasmus. Ahora están casados y con hijos. Siempre nos piden que vayamos a visitarlos. Como María quería aprender Japonés, pues me he interesado más por la cultura. De China sí sé algo más, pero de autores Chinos contemporáneos menos. Quizás haga alguna reseña de los clásicos, porque sí me apasionan! Un abrazo,
Alberto
Esta vez no me animo.
ResponderEliminarBesos.
Hola Manuela,
EliminarOtra vez será, pero esta próxima semana escribo de Japón de nuevo.
Pero no de su cultura, es sobre el orden!
Un abrazo,
Alberto
Me parece interesante porque me atrae la cultura pero no se si tanto como para animarme con esta lectura
ResponderEliminarUn beso!
Lesincele,
EliminarTienes toda la razón, este libro quiere explicar mucho y se queda en una introducción. Quizás por ello no esté mal, porque no tiene una profundidad que pueda aburrir, y para cuando quieres empezar, ya está terminado!
Un abrazo,
Alberto
Hola preciosa!
ResponderEliminarEn esta ocasión no me lo llevo, no me atrae nada.
Gracias por la reseña!
−Fantasy Violet−
Besotes! ♥
Hola Violeta!
EliminarMaría y yo estaremos investigando en otros libros y novelas!
Otra vez será,
Alberto
Desde luego estoy mucho más familiarizada con la cultura nipona que con la china, así que no me atrevo a opinar al respecto. Sí que sé que en Japón la visión de la mujer está bastante atrasada y también creo que hay bastante homofobia, pero desconozco cuál es la situación en China. Me parece importante rastrear el pasado (soy historiadora, es a lo que me dedico) así que el análisis de los orígenes me parece muy interesante. Me apunto la lectura, que parece que da que pensar. Un beso!
ResponderEliminarHola Irene,
EliminarMe alegro que te haya gustado la reflexión. Ahora mismo cualquier generalización de China es un error. China es casi un continente, con 56 etnias, zonas muy desarrolladas y otras menos... Si lo lees, María y yo estaremos encantado de saber qué opinas.
Como bien sabrás, después de la II Guerra Mundial, el gobierno Chino y sus cadenas estatales con series sobre la ocupación japonesa de China, han fomentado una "guerra fría" no abierta. Sobre todo por las muertes que se produjeron en la ocupación japonesa de Nan-jing, ciudad del sur que fue capital de China justo antes de ser trasladada a Bei-Jing, ciudad del norte.
Un abrazo,
Alberto
Hola!!toda lectura es interesante para nosotras y toda deja pozo.sería muy bueno leerla y conocer y apreciar todas las cosas que remarca ste en la reseña.gracias!!saludosbuhos
ResponderEliminarHola Buho,
EliminarLa verdad que todos los libros tienen un mensaje que es importante recordar. Hay libros que impactan más, otros menos....
Te mandamos un abrazo,
Alberto